'odD House 1.0' el espacio perfecto para contemplar
- EDS
- 1 mar 2017
- 2 Min. de lectura
Este 14 de marzo estamos por empezar un nuevo taller en ADA Academia de Diseño y Artes Visuales. El anterior año, la experiencia fue agradable y visitamos interesantes espacios arquitectónicos. El objetivo fue hacer levantamientos prácticos para entender las diferentes aristas de la apreciación de la arquitectura a través de la fotografía.
Salimos de la ciudad para dirigirnos al valle de Cumbayá, cerca de Lumbisí se desarrolló el proyecto 'odD House 1.0', del estudio odD Architects. El arquitecto a cargo de esta obra fue Lucas Correa Sevilla quien, con la ayuda de Parshan Fatehi, resolvieron el tema del diseño del espacio. La residencia fue ganadora del Premio Ornato de Quito en 2015

La casa funciona como residencia de una pareja, su propietario, J. Borja, fue el encargado de hacernos el recorrido por el espacio.

Desde los jardines impresiona la loza de un solo cuerpo suspendida sobre columnas de acero.

Los techos volados de 5m en la parte delantera y 4.5m en la parte posterior generaban una sensación de liviandad.

Su forma le da plasticidad y a su vez sirve como caída para el drenaje de agua en puntos específicos.

La luz que ingresa por las claraboya se impregna sobre los diferentes tipos de materialidad. La fachada, por ejemplo, recubierta de piedra se entremezcla con el hormigón. Parecería ser una casa diseñada para ser contemplada.

El sonido del agua cayendo provocaba mucha tranquilidad. En el patio principal, hall recibidor de la casa, un pondo se convertía en el elemento principal del espacio y, a su vez, abstraía la clásica fuente central tipo colonial.

Desde ahí se distribuían los espacios. Las áreas sociales compartían equilibradamente paredes de madera, vidrio y hormigón con incisiones donde el bronce de una colección de ollas resaltaba con el impacto de la luz.

La cocina, por su configuración, se convertía en un espacio social, sin embargo, sus puertas corredizas lo volvían bastante íntimo.

El comedor de diario con un gran ventanal hacia el patio delantero generaba una sensación cercana al exterior.

La planta simple y los grandes ventanales generaban una amplitud en su espacialidad,

Las áreas íntimas están separadas por hermosas puertas de madera pivotantes y corredizas que se reflejaban con el sol al atardecer.

Los pisos, también de madera, hacían a los espacios mucho más acogedores.

Ya en la porche frontal y con una loza volada, un espacio para compartir con los amigos, una parrilla, una sala exterior y un chimenea, seguramente es el espacio perfecto para sentarse a leer y ver caer el sol.

Nos despedimos de J. Borja agradeciéndole por abrirnos la puerta de su espacio y mostrarnos que los detalles de la materialidad, su mixtura y equilibrado uso hacen de su sitio una residencia perfecta para contemplar.
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