Diana Valarezo, un momento para remendar y rasgar las vestiduras
- EDS
- 23 ene 2020
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La artista trabaja con pintura, medios mixtos, fotografía, grabado, instalaciones y performance. Se define como una viajera constante, su trabajo se desplaza así como sus visiones y las influencias que renuevan constantemente su creatividad.



El día que conocí a la artista Diana Valarezo el cerro Casitagua ardía en llamas. Eran casi las 11:30 AM cuando llegamos hasta su casa ubicada en Pomasqui cerca de las faldas de la montaña. Diana me contó que su padre decía que los eucaliptos grandes que se alcanzaban a ver al tope eran los cuidadores del bosque. Ese día estaban amenazados. Dolía ver como las llamas no cesaban y crecían descontroladas. En el sitio se podías sentir la sequía. Según la artista, desde que se construyó el paso lateral que llega hasta Pomasquí, el agua de riego que antes servía para mantener verde el pasto escasea.



El portico de la casa con vista hacia el jardín es el espacio que la artista usa para pintar junto al calor de las plantas. En el interior, en una sala junto a la cocina la artista ha adaptado su lugar de trabajo y lo ha hecho su taller. La máscara del luchador y actor mexicano Rodolfo Guzmán Huerta, el santo, le acompaña a diario junto a su computadora. Al igual que una de las figuras de cerámica salida de su obra 'El Bestiario de Bruselas: El Gastrocéfalo. Un personaje con el que la artista se siente identificada por su particularidad de tener el cerebro en el estómago, pues asevera que en varios estudios se comprobó la existencia de neuronas en los intestinos y su conexión con el cerebro. Ella lo llama intuición. ‘Esta soy yo’ me decía, entre risas.



Una serie fotográfica del Puente Faidherbe hecha en Senegal en 2010 llamada ‘Estructuras Repetitivas’, también eran parte de su taller y están inspiradas en las telas africanas y los procesos que se repiten eternamente.



Sobre la entrada, separando su taller de la cocina, unas enormes raíces hechas con tela y objetos cotidianos cuelgan del techo. Dividen a nivel aéreo su taller de la cocina. Las tres ramas de la raíz representan los lugares que se han hecho parte de la vida de la artista: China, Bruselas y Ecuador. La cocina, repleta de luz, tiene sobre la puerta una instalación de choclos de cerámica hecha por la artista en sus talleres realizados en Perú. Delicadas y livianas figuras hechas en cerámica representan recuerdos marinos y memorias en honor a su padre.



Sobre el sillón de la sala un auto retrato revela su conexión con los detalles de las florales inspirados en el cuadro de La Virgen de las Rosas atribuido a Miguel de Santiago. El autor de la obra fue su hija quien en su momento era tallerista. Frente al cuadro y tras varios figurines y esculturas traídas de todo el mundo que decoran la chimenea de piedra se encuentra una representación de un mapa del cartógrafo Jodocus Hondius que inspirado en las historias de Francis Drake realizó el primer dibujo del Amazonas y las Guayanas. La artista re interpreta el trabajo de Conduit y crea su obra el ‘Bestiario de Bruselas’. Los seres imaginarios que Diana creó a partir del mapa son un eje fundamental de su obra, reflejan la simbiosis e intercambio cultural entre lo medieval y la poderosa simbología precolombina. Estos seres aparecen en varios soportes y formatos. Como dibujos y cerámicas.






La jirafa y el pez mano fueron llevados al sol para ser fotografiados en el campo. En los dormitorios las paredes están cubiertas por obras de la artista producida a lo largo de varios años y sus viajes. Algunos con temas migratorios y otros con temas relacionados al arte popular. Cuadros que serán parte de su siguiente muestra en N24galería.



Diana decidió nunca dejar de ser niña. Su creación tiene mucha esencia con relación a la memoria y a sus viajes junto a su padre cerca del mar. Luego de recorrer la casa y salir al patio donde vive desde los 3 años era el momento de ‘Rasgar- remendar las vestiduras’. Bajo el árbol de aguacate donde Diana se casó, se colocó el vestido blanco bordado. Esta acción colaborativa forma parte de la invitación al público a coser y al mismo tiempo a conversar sobre temas relacionados con la memoria, identidad y migración. Diana caminaba puesta el traje bajo los grandes árboles que conducen hacia la entrada de su casa, como recordando un tiempo, como viviendo su historia. Su puesta performática la realizará el día de hoy 23 de enero en Guayaquil. Pasaje Illingworth. Universidad de las Artes de 10:00 a 13:00 y de 14:30 a 18:00.



La artista es graduada de la Facultad de Artes Universidad Central del Ecuador, diplomada en grabado tradicional Chino en CAFA, Beijing. Estudió Antropología Visual PUCP y Cerámica en Lima, Perú. Obtubo un 1er Premio Nacional de Grabado, CCE Núcleo del Guayas en 1993. También una 1era Mención de Honor Bienal de Lima 1997. Fue gestora de los proyectos “Positive Art Workshop” en Beijing, “El Camión del Arte” en Ecuador, Yangon Art and Heritage Festival 2015 – 2017 en Myanmar.
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