Cazurro expresa a través de la ilustración personajes con carácter.
- EDS
- 29 nov 2017
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Era una mañana que había llegado hasta el estudio de un gran amigo y me habían presentado a Sebastián Cadena. Esos momentos Sebastián trabajaba ayudándoles con sus proyectos devengando sus horas de pasantía. Cuando entablamos conversación me contó que le encantaría trabajar en gestión cultural y que estudia comunicación para algún día dedicarse a eso. Sin embargo, en toda su vida no había dejado de practicar el dibujo.
Su sobrenombre es Cazurro. Había visto su trabajo a través de su cuenta de Instagram. Es interesante la unidad de su trazo y la singular manera de caracterizar a los personajes.

Coordinamos un día para conocer su espacio. La vías de la ciudad se riegan por las montañas y nos comunican con mayor velocidad. Esa mañana tomé la oriental con dirección al sur. Sebastián me esperaba en su casa. Había llegado a la casa del ilustrador. Su espacio se levanta sobre una especie de avenida donde están construyendo una estación de nuevo Metro de Quito.

Era casi medio día y su mamá preparaba el almuerzo. Sebastián me hizo entrar hasta su habitación.

Sobre el espaldar de su cama un pequeño mural ambientaba el sitio.

Unas hojas con coloridas ilustraciones colgaban con pinzas de una soga.

Los fanzines que coleccionaba decoraban las paredes.
Sebastián me mostraba sus trabajos.

Parecía estar cargado de explosivas emociones, de varios estados de ánimo del ser.

‘Cazurro es una palabra que tiene un doble significado por eso me pareció interesante usarlo’- mencionó mirándome a los ojos en un tono gracioso. Era casi medio día y el sol se había puesto totalmente en paralelo. Antes de despedirme cuadramos con Cazurro en pintar un muro.

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