La geometría y la materialidad crean un espacio equilibrado para habitar
- ESD
- 2 ago 2017
- 3 Min. de lectura
Hace pocos días hablaba con uno de mis amigos sobre una ‘época oscura’ en la arquitectura ecuatoriana. Una definición que se me ha ocurrido para agrupar a las edificaciones que fueron construidas entre los 80’s y 90’s. Estos edificios de entre cuatro a seis pisos, con muros grafiados de colores inertes como los grises, marrones y verdes. Poseedores de una temática de grandes muros en los primeros pisos y pocos jardines delante de ellos. En su mayoría estos edificios poseen áreas comunales que se traducen en un espacio vacío sin mucho gusto. Los departamentos suelen ser de grandes dimensiones, sin balcones y con pequeñas ventanas que se abren como tarjetas, obstruyendo de esta manera el paso de luz y de una ventilación natural.

Pero el tiempo sigue su ritmo y en nuestra ciudad se han levantado torres de departamentos que se adaptan a las necesidades y requerimientos de la vida actual. Una ciudad de montaña requiere ajustarse a la hermosa vista de los despejados cielos de verano. En #ElOtroHabitat la pureza de las cosas es consecuente. Arquitectos como Gabriela Álvarez dan prioridad a la materialidad.

Llegué hasta el Edificio Aura diseñado por Gabriela y construido por la compañía Álvarez Bravo. El proyecto consta de una torre que alberga en su interior varias tipologías arquitectónicas de comercio y vivienda.

El desnivel del terreno le permitió a la arquitecta el desarrollo de una galería de arte en planta baja, acompañada de tres locales comerciales dispuestos por oficinas y restaurantes.

Unas gradas esquineras dan la bienvenida a los habitantes del edificio que los conecta de forma directa desde sus departamentos hacia la calle, estas gradas a su vez exhiben la materialidad del edificio mostrando el hormigón y el metal elementos característicos del mismo.

Ya en el interior un gran muro recubierto de madera da la bienvenida al recibidor esconde de manera sutil un buzón de correspondencia.

La señalética diseñada por la misma arquitecta se genera a través de la proyección de luz y colorimetría en las gradas de emergencia.


Los corredores entre departamentos contrastan entre colores oscuros y puertas de madera, dejando de manera claro el ingreso a cada hábitat, el ambiente se siente sencillo y relajado.

Los departamentos están conformados por una zona de servicio, zona social y zona íntima, con 3 dormitorios, con una extensión de alrededor de 230 m2 de construcción.

De igual manera los lofts constituidos por amplios ventanales orientados al Pichincha, generan visuales de encanto; así como las suites con una distribución interna, que permite una plácida forma de vivir.

Todo esto acompañado por detalles constructivos y materiales vistos como el hormigón y el ladrillo hacen que estos departamentos sean únicos.

Finalmente el último piso se convierte en el espacio de área comunal, con la mejor vista del edificio. Los ángulos pronunciados se repiten en varios rincones, rematando con una cubierta geométrica.


La envolvente del edifico recurre a materiales como el hormigón armado combinado perfectamente con el bloque negro y el ladrillo visto, acompañado de elementos translúcidos como el vidrio dando sobriedad y claridad al edificio.

Las gradas metálicas de uno de sus lofts llamaban mi atención por el contraste con el ladrillo visto.

Los balcones son otro de los atractivos de esta construcción varios apartamentos cuentan con balcones distribuidos entre la sala o los dormitorios.

Según Gabriela el diseño de los departamentos tiene detalles únicos como los muebles suspendidos en el aire o las jardineras metálicas en los balcones.


Los techos de 2.60 metros de alto generan ambientes más frescos, su altura permite que los ventanales sean más amplios y la dimensión de las puertas generen visualmente un ambiente más aireado.

Las áreas sociales también se han adaptado a las necesidades actuales, un gimnasio completo funciona en la planta baja. Junto al gimnasio un piscina con motores para nadar comparte el espacio con un sitio recreativo para los más pequeños.

Los tubos de colores con potentes chorros de agua abstrae la tipología de los grandes parques acuáticos. Las tuberías vistas pintadas con colores fuertes se equilibra con la elegancia de las paredes recubiertas de madera y los rincones con diseño.

La palabra ‘aura’ posee varias significados, sin embargo, Edificio Aura podría configurarse entre comodidad, sencillez, equilibrio y diseño.
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