Bajo una iglesia gótica David Celi crea luces
- EDS
- 25 jul 2017
- 3 Min. de lectura
La sensación de caminar por los patios de una iglesia siempre causa un tanto de conmoción. La piedra que recubre gran parte de la superficie genera un ambiente frio, patrones de repetición y piedra tallada por doquier.

Estaba en la Basílica del Voto Nacional, la inmensidad de sus muros te hace sentir diminuto, su proporción también genera grandes sombras que vuelven frío al espacio, se sentía mientras transitaba. Los pequeños metros cuadrados otorgados para los jardines lucían entre seguridades negras metálicas. Estaba en la construcción gótica más grande que tiene el país.

Las indicaciones de David Celi fueron precisas. Bajé por las escaleras hasta la calle Venezuela. Los portales en planta baja de la iglesia ofrecen una variedad de productos entre velas y aparatos electrónicos. Cerca de un ingreso lateral a la iglesia se encuentra el taller del artista.

David Celi me esperaba junto a su hija de 10 años y su perra ’Chuleta’. Habitar el primer piso de una iglesia me generaba curiosidad, quería entender como funcionaba el ingreso de luz. Haciendo un rápido recuento, los locales que se encuentran en los primeros pisos de las iglesias o edificios públicos casi nunca tienen ventanas. La Catedral, San Francisco o el Palacio de Carondelet son algunos de ellos.
La idea de alquilar espacios para otro tipo de negocios que no solo funcionen en horarios laborales genera otra dinámica en el sector. Un acierto del clero que le ha dado personalidad a varios sitios de la ciudad.

Su arquitectura gótica le dotaba de características únicas al taller de Celi. La altura por ejemplo permitía un local con un pequeño altillo, que el artista usa como bodega y sitio de descanso, y unas ventanas altas permiten el ingreso del luz y le proveen una sensación de amplitud.

Los arcos ojivales de piedra se ablandan con las molduras de los rosetones metálicos y las puertas de madera. Las mismas que habían sido pintadas en reuniones con amigos.
David cerraba las puertas para mostrarme como cambia el ambiente. En la parte que daba hacia la calle, había pintado una especie de fugas para generar una sensación de galería vista desde la calle.

Ya en el interior giraba 360 grados para ver los cuadros que el artista había elegido para llenar sus paredes. Los formatos eran bastante grandes.

El piso negro contrastaba con las altas paredes blancas. Varios turistas pasaban por la vereda espiando lo que Celi tenía en su taller.

‘Chuleta se sentía cómoda en medio del espacio mientras David me contaba sobre su proceso de experimentación.

Hace meses había visto su trabajo en una galería, como decía el artista: su trabajo se ha situando donde tiene que estar y su obra se ha ido poniendo sola.

Su proceso experimental le ha permitido trabajar con técnicas como el óleo, acrílico mezclado con pigmentos, solventes, polvo de vidrio, foild entre otros.

Las texturas y colores tornasolados que se generan por el uso de estos materiales le proveen hermosas luces a la obra. Seres en comunidad que parecerían caminar solos y en varios sentidos, luces y estructuras.

Un autorretrato enmarcado en una moldura tallada resaltaba dentro del espacio.

Un elemento 'levitando' sobre un impresionante fondo de color también era parte de las ultimas piezas que había producido el artista. Pero habían muchas obras arrimadas a una pared.

Luego de conversaciones acerca de su producción Celi decidió mostrarme todo lo que tenía, junto a su hija movimos sus obras para encontrar piezas nunca antes exhibidas, como el díptico de las alas y la jaula de gran dimensión.

La paleta de colores también le proveía de una firma que ha ido generando a lo largo del tiempo y que conjuga con varias de sus nuevas obras.

Con sus obras regadas por el taller David me confesaba que su espacio es el sitio donde se muestra como es, sin nada que esconder.

Hace pocos meses David había creado una red de difusión de arte ecuatoriana en Facebook llamado From Ecuador, una comunidad que difunde piezas de arte conectados con los links de sus autores. Su hija se había sentado a pintar, dentro del taller de su padre. Un espacio que ocupa en época de verano.

Sus obras también estaban reservadas y tenían dueño. Su inocencia seguía los pasos de su papá con quien compartía por vacaciones el sitio.

El estudio de Celi será parte de los “Talleres Abiertos de Quito 2017” en el marco del Verano de las Artes. Antes de salir, a manera de telepatía, David adivinaba cuál era la obra que más había llamado mi atención.

Soportado en pallets ‘Halo Humano’ me acompañaba por las gradas de piedra de la gótica iglesia a transitar en el camino.
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