top of page

Apitatán, la creación de personajes a través de los detalles

  • EDS
  • 29 ene 2017
  • 3 Min. de lectura

Apropiarse del espacio es, posiblemente, la mejor forma de crear, dejar huella y personalidad propia de quien lo habita. Sebastián Aguirre, Apitatán, ha decidido crear verdaderas historias a través del arte del grafiti en varios muros de la ciudad. Me llamaba la idea de conocer a una persona que de cierta manera se ha apropiado de la ciudad a través de coleccionar sus paredes.


Tras pasar una gran casa compartida llegamos a un pequeño patio que usa el artista en momentos de descanso. Antes de entrar a su casa, Sebastián me advirtió no hacerle caso a Mila una Schnawzer pimienta de sus padres que lo acompaña varios días a la semana. Entramos y Apitatán me regaló un pedazo de pan para que le diera a Mila y así me deje ladrar. La táctica está completamente comprobada.

Ya en su estudio/taller nos sentamos a conversar mientras Apitatán preparaba una taza de café.

Muchas veces que había pasado por el barrio de Monteserrín, me había fijado en los murales del artista. De hecho ese el barrio en el que el artista había pintado su primer mural hace seis años. Desde abril del 2011 Apitatán pinta en las calles y tiene como proyecto darle vida a las blancas paredes del sector. Sebastián se ha convertido entonces en el canal entre artistas amigos que llegan de todo el mundo buscando en Quito un espacio donde dejar su arte.

Él siempre ha recreado personajes. Desde que estaba en el colegio, dibujaba un payaso skater que disfruta de fumar. Este dibujo lo tiene guardado como recuerdo en uno de sus boceteros.

Luego de ver a tantos protagonistas y referencias visuales por las paredes, recodé que en una clase de guion, cuando citaban a Linda Seger y su libro ‘Cómo crear personajes inolvidables’, recaía siempre en la caracterización de los detalles que hacen diferente a ese ser.

He ahí uno de los éxitos en la repetición de las características más trascendentales que personifican al dibujo y lo hacen único.


Apitatán, en repetidas ocasiones, se convierte en el protagonista de sus murales. “Es más fácil reírse de uno mismo” dice.

Sin embargo, la mayoría de seres pintados en sus murales son cotidianos retratados con el mayor respeto, acentuando su personalidad, color y fuerza. Los animales, por ejemplo, son actores que se recrean en los artes de Sebastián y que aparecen como seres mágicos y de gran fuerza.

Otra de las características del artista es el uso de frases coloquiales, con diferentes tipografías, que logra un completo equilibrio con la composición de su dibujo. El tipo de trazo, desde formas muy geométricas que producen una sensación de proporción, orden, simetría, contrasta con los trazos más orgánicos de manera natural e irregular.

El artista en continuo proceso de cambio se encuentra actualmente produciendo nueva obra para exponerla en próximos meses en una galería. La decisión de definir una cromática distinta y una técnica evolucionada a la que actualmente produce, da a pensar en el crecimiento del artista, aunque la dinámica de pintar en la calle y en el estudio sean completamente distintas, representa también la personalidad de Apitatán.

Empezaba a llover, Sebastián salió a recoger unas herramientas que estaban secándose al sol.

Dos cuartos pequeños funcionan como bodegas, el uno de pinturas y el otro de aerosoles. Todos los colores en orden, ubicados por cromática, parecería asemejarse a un cuarto de armas, listas para cualquier guerra, en este caso de creatividad, arte, magia y color.

Como recuerdo el arista colecciona las credenciales de los festivales, países como: Colombia, Paraguay, Perú, Brasil, Argentina, Chile, Mexico, Estados Unidos, Alemania, Austria España y Holanda, tienen un pedazo de la esencia de Apitatán en sus paredes.

Antes de irme Apitatán decidió pintar un boceto, abrió un libro de Alejandro Jodorowsky y directamente se dirigió hacia su cuaderno, empezó a pintar.

Luego de trazar con líneas geométricas, un lobo escribió “Las palabras también son máscaras”, seguido de un autorretrato y una calavera.

Empezó con el lápiz, luego con el borrador eléctrico, y pasó a ser barnizado para pintarlo después. El boceto ya tenía forma y color, posiblemente alguna vez lo vea en la calle pues Sebastián usa sus bocetos diarios para futuras aplicaciones

Había oscurecido. “No existen cuadros acabados, sino abandonados en momentos interesantes” dijo. Mientras se levantaba de su escritorio y mimaba a su mascota. Mila parecía haber estado tomando el té sin quitarle los ojos a Apitatán de encima.

 
 
 

Comentarios


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page