Francisco Padilla, inspiración corporal
- EDS
- 10 ago 2016
- 2 Min. de lectura
Llegué hasta un sitio transitado al norte de la ciudad en búsqueda de la casa de Francisco. En una calle tranquila a pocas cuadras del desorden comercial de las avenidas principales se ubica el espacio del artista.


Me esperaba en la puerta, cruzamos el patio principal hasta llegar a su habitación/estudio.

Crucé la puerta y me adentré en su mundo. Apilados a las paredes los lienzos de gran formato crean la atmósfera de su espacio.

Hablamos sobre su ultima producción, una serie de óleos con composiciones corporales, frontales y de perfil, impactan por el color y la expresión de sus actores. Parecería entretejerse de un extenso proceso de conocimiento de la figura, el cuerpo humano y la psiquis de Francisco.
-¿Acá están todos tus demonios? - pregunté.
-Quizás los tuyos también.

Un lienzo blanco con 24 retratos fueron pintados en vivo por el artista en su última exposición, entre todos los personajes una momia llama la atención. La momia se repite en algunas piezas de su ultima obra.



Francisco no paraba de agradecer mientras revisaba de uno en uno sus óleos y lo alardeaba. El sincronismo más grande: el desarrollo y la conceptualización de su proyecto basado en la novela de Pablo Palacio “El Antropófago”, proyectos que vendrán a futuro.


*BOCETO DE SU PRÓXIMO PROYECTO
Su cama se había convertido en el espacio de recuerdos. De cajas de cartón de televisión salían papeles con siluetas corpóreas. Expresiones, movimientos y trazos dan clara relación con estudios anatómicos.


Cada uno de los dibujos tenía su respectivo recuerdo, una especie de diario del artistas. Muchos conmovían y otros disgustaban.



Trazos incompletos que evocan una forma y sombras que provocan tridimensionalidad, son las firmas del artista. Llegó la hora de despedirnos y a la salida, cruzando el jardín principal. Me surgió la incógnita de qué pasaría si las formas no tendrían trazos completos, la psiquis configuraría como pasa con la obra de Padilla o simplemente tendríamos otra concepción de la misma forma. Incógnita a resolver.
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